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Aquellas profesiones de antaño

Aquellas profesiones de antaño Aquel zapatero seguía arreglando los zapatos de todo el vecindario como lo hacía en tiempos pasados.Parece mentira que una profesión como ésta exista en el siglo XXI, decía una de sus visitantes más asiduas.Pero a pesar de que ya casi nos cuesta comprenderlo son tan útiles como el primer día; porque todos los necesitamos aún hoy.Este trabajo es muy curioso, porque se dedica a arreglar lo que está más cerca del suelo, lo que siempre está en contacto con él.Pero tanto el zapatero como los zapatos son indispensables. En una película que por suerte o por desgracia he visto bastantes veces, se dice que se puede saber mucho de una persona por sus zapatos, y es cierto.
Pero en definitiva, aquel zapatero de enfrente mi casa sigue allí, recluido en su pequño taller, esperando a todos aquellos que necesiten de su ayuda, y siempre en contacto con los mismos objetos, los zapatos.En verano sandalias, en invierno botas, zapatos de todo tipo, de señora, de caballero; y soñando con aquellas personas que los llevan, con el lugar que ellas visitaron. Porque muchas veces los zapatos han recorrido más mundo que el propio zapatero; paradójico, no?

3 comentarios

Vicky -

Hola! q tal? el ocio estival me hace recorrer paginas de internet y creo tener suerte al haber entrado en este blog tan singular. Hiciste un buen trabajo. Enhorabuena.
Por cierto,¿en que peli dicen eso de los zapatos? me suena muchísimo y no la acabo de ubicar...gracias

Raúl -

Gracias por tus bonitos comentarios a miblog. Escribir es un plácer, cuando uno sabe que hay gente que disfruta de leer lo que uno hace... Un abrazo

Raúl -

Estos oficios son muy valiosos y nos reconcilian con las raíces de la humanidad. Mi profesor de filosofía lo llamaba "la contemporaneidad de lo no contemporaneo"...
Saludos,